Baja edad media
El período se comprende entre los siglos XI y XV. Durante los últimos siglos medievales Europa fue testigo de importantes cambios en distintos ámbitos: la agricultura, su número de habitantes, la cultura y las artes, el comercio, la política y la vida urbana . Los mercados se multiplicaron y los puertos se volvieron más activos. El continente comerció regularmente con árabes, bizantinos y rusos, entre otros pueblos. En este escenario, surgieron nuevas actividades económicas y oficios, como los banqueros, los prestamistas y los grandes gremios de artesanos. Sin embargo, a la vez Europa experimentó un difícil momento: epidemias, hambrunas, guerras y un declive general de la economía que, junto con la caída del Imperio bizantino, el último bastión de la antigua autoridad imperial romana, se ha interpretado como el fin de la Edad Media.
- Desarrollo agrícola y crecimiento demográfico
Las condiciones de vida en Europa hacia el año mil eran muy precarias y duras. La esperanza de vida era de alrededor de 40 años y las tasas de mortalidad eran elevadas, a causa de las guerras, el hambre y las enfermedades. Las mujeres fallecían muchas veces al momento del parto y existía una alta mortalidad entre los niños pequeños. A ello se suma un contexto inseguro, debido a la presencia de piratas y nuevas invasiones. Desde mediados del siglo XI la población europea comenzó a aumentar progresivamente . Este crecimiento demográfico estuvo directamente relacionado con el buen rendimiento agrícola y ganadero, que a la vez fue consecuencia de una serie de innovaciones técnicas, como el molino de agua, las herraduras o las prensas de vino. Muchas de estas técnicas ya se usaban en la Antigüedad, pero a partir del siglo XI fueron retomadas y perfeccionadas.
El aumento demográfico, junto a las innovaciones tecnológicas, estimularon la búsqueda de nuevos lugares para habitar y cultivar, incentivando movimientos migratorios hacia las ciudades o bien hacia lugares antes deshabitados, muchos de los cuales pasaron a ser áreas productivas.
- El desarrollo urbano y la vida comercial
Entre los siglos XI y XIII, antiguos centros urbanos, como París o Roma, cobraron nueva vitalidad. A su vez, nacieron nuevas ciudades, ubicadas a partir de emplazamientos de castillos y monasterios, o en el cruce de caminos, pero especialmente en lugares relacionados con la actividad comercial y la producción artesanal, como Venecia, Génova, Barcelona, Brujas, Amberes, Milán o Florencia. Estas urbes se hallaban preferentemente en el centro y norte de Europa, y recibieron el nombre de burg (derivación germana), que significa “asentamiento fortificado”. En el siglo XII las ciudades europeas eran conocidas como burgos y sus habitantes, como burgueses, término que más adelante se asoció solo a los grupos urbanos más ricos. Su rol como comerciantes y trabajadores altamente calificados, llevó a que fuesen ganando cada vez más autonomía y privilegios, como la conformación de gobiernos propios a través de municipios o ayuntamientos.
- El desarrollo cultural de la Baja Edad Media
Las universidades comienzan a aparecer en Europa a partir del siglo XI, vinculadas a las escuelas que existieron en los monasterios durante la Alta Edad Media. Allí, las antiguas comunidades de maestros y estudiantes se organizaron como gremios, conquistando pronto su autonomía. A la cabeza de su administración estaba el rector y le seguían los decanos, quienes dirigían las facultades. Cada facultad estaba asociada con una disciplina concreta. Teología, medicina y derecho se destacan como las más antiguas.
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Durante la Baja Edad Media surgieron dos estilos arquitectónicos, el románico y el gótico. El románico se caracterizó por los grandes muros de piedra, uso de pilares, arcos de medio punto y escasas ventanas. Los mejores ejemplos los encontramos en iglesias y en los castillos medievales. Por otro lado el gótico, que nace junto con las ciudades, introdujo innovaciones técnicas que permitieron levantar muros más delgados e incorporar el arco ojival, lo cual dio mayor altura a estas construcciones. Ejemplos fueron las catedrales y las universidades.
La rica producción musical de la Edad Media se dividió principalmente en dos tipos: el canto gregoriano, ligado a la música litúrgica que se cantaba sin instrumentos en las iglesias; y la música profana, difundida por los trovadores y juglares que cantaban diferentes temáticas, como el amor cortés, la muerte y la guerra, entre otras.
Fuentes:
- Landa del Rio, L. Pinto, V. (2017). Historia, Geografía y Ciencias Sociales 7° Básico. Recuperado de https://drive.google.com/drive/u/0/folders/0ByeKEkqApVXbQnJ2R002eUh3eEU
- http://www.apunteshistoria.info/porque-se-caracteriza-la-baja-edad-media
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